Mi experiencia con la alimentación complementaria: De papillas a Baby-Led Weaning

Quiero compartir contigo mi historia sobre cómo inicié la etapa de alimentación complementaria (AC) con mis dos hijos, quienes actualmente tienen 6 y 2 años. Este es mi viaje personal, con mis aprendizajes, reflexiones y dos enfoques distintos: papillas con mi hijo mayor y Baby-Led Weaning (BLW) desde el inicio con mi hija menor. Mi intención no es convencerte, sino ayudarte a explorar las posibilidades, con sus pros y contras, para que encuentres lo que mejor funciona para tu familia.

La alimentación complementaria con mi primer hijo: un inicio con papillas

Cuando mi hijo mayor tenía 5 meses, iniciamos su AC durante un viaje familiar a Estados Unidos. En ese momento, yo estaba a punto de volver al trabajo de jornada completa, y aunque normalmente se recomienda esperar hasta los 6 meses, su pediatra nos dio la autorización de adelantarla un par de semanas para que él se fuera acostumbrando, ya que solo tomaba pecho y no aceptaba biberones.

Recuerdo que empezamos con algo tan sencillo como una pera dentro de una malla para bebés. ¡Le encantó! Fue un momento especial, ya que ambas abuelas estuvieron presentes en la casa de mi mamá en Oregón para este primer paso. Sin embargo, después de regresar al trabajo, la alimentación complementaria se basó principalmente en papillas caseras. Mis suegros lo cuidaban mientras yo trabajaba y, en ocasiones, recurrían a métodos como “engañarlo” para que comiera.

Con el tiempo, noté que mi hijo se volvió más selectivo con los alimentos. Reflexionando, creo que el hecho de haber usado papillas y cierta presión para que comiera pudo haber contribuido a esta selectividad. Hoy en día, aunque disfruta de una buena variedad de alimentos (es fanático de las pastas, el arroz, el pollo y las alcachofas), he aprendido a enfocarme más en fomentar la exploración y la autonomía en la comida.

Mi experiencia con él me motivó a probar un enfoque diferente con mi hija menor.

Con mi hija menor: apostando por Baby-Led Weaning

Cuando nació mi hija en plena pandemia en 2022, tuve la oportunidad de investigar más sobre BLW gracias a recursos como Solid Starts y Solid Starts Español. Este enfoque me llamó la atención porque promueve la autonomía de los niños en la alimentación desde el inicio, permitiéndoles explorar sabores, texturas y colores de manera libre.

Comenzamos su AC a los 5 meses bajo la recomendación de su pediatra, ya que necesitábamos apoyar su ganancia de peso. Su primer alimento sólido fue un pedazo de mango y unas frutillas en la casa de mi hermano en Santiago. ¡Fue amor a primera vista con la comida! Desde entonces, ha disfrutado de una amplia variedad de alimentos, y lo más importante es que no la hemos presionado a comer.

Algo que valoro profundamente del BLW es cómo involucra a los niños en el proceso: ellos eligen cuánto y qué comer de lo que se les ofrece, desarrollando no solo hábitos alimenticios saludables sino también habilidades motoras y sensoriales. Claro, hay desorden (¡mucho!), pero cada comida es una oportunidad de aprendizaje y conexión.

¿Qué aprendí de estas dos experiencias?

1. Respetar la autonomía desde el inicio:Con mi hija, prioricé que ella misma decidiera cuánto comer sin presiones externas. Creo que eso ha influido en su actitud positiva hacia los alimentos.

2. La importancia de informarse:Antes de iniciar con BLW, aprendí sobre cómo reaccionar ante posibles atoramientos y cómo preparar los alimentos de forma segura. Recomiendo a cualquier mamá interesada en este enfoque que se informe bien y confíe en el proceso.

3. Cada familia encuentra su camino:No existe un enfoque perfecto. Lo importante es que se adapte a las necesidades de tu bebé, tus circunstancias y tus valores.

¿Estás considerando BLW?

Si estás pensando en probar BLW, te animo a investigar y prepararte. Solid Starts es un excelente recurso con guías, recetas y consejos para cada etapa de la alimentación complementaria. Además, próximamente escribiré un blog sobre cómo manejar situaciones de atoramiento, un tema clave para cualquier mamá que quiera empezar este método.

En resumen, la alimentación complementaria es un viaje único para cada familia. Lo más importante es disfrutar de cada etapa y priorizar la relación positiva de tus hijos con la comida.

¿Tienes dudas o quieres compartir tu experiencia? ¡Déjame un comentario! Me encantaría leerte. ❤️